martes, 13 de junio de 2017

Dramabuelo.

Este fin de semana pasado te has dedicado a la observación del comportamiento del abuelo común en su hábitat natural. O lo que es lo mismo, a babear y a partirte a mandíbula batiente viendo a tus padres interactuar con tus hijos, perdón SUS nietos.

Ya has hablado de tu padre en varias ocasiones aquí en el blog, exactamente aquí y aquí. Pero es que este hombre genera material diario como para escribir hasta doler.

Es un abuelo en letras mayúsculas: ABUELO. Concretamente es un especímen de la mejor especie de abuelo, es un Dramabuelo Domesticus profesionallis, cuyo comportamiento se caracteriza principalmente por:
  • Haber sido una persona normal hasta la llegada del primer nieto. Con el consiguiente empeoramiento del Síndrome del Dramabuelo a medida que llegaban los nietos sucesivos, cuyo colofón final fue el aterrizaje de la nietísima, que hizo que a tu padre los chacras se le fueran a tomar por culo.
Prueba de su etapa previa normo-humana.
¡Si hasta fue el inventor del selfie!
(y tu abuelo el del photobomb)

  • El dramabuelo protege, cubre, forra, escolta, custodia, ampara y elimina si es menester, todo elemento de la casa susceptible de lastimar la piel de sus nietos. Y si hay que cambiar todas las mesas, las cambia. Y si hay que deshacerse del horno, lo tira. Y si hay que cambiar de casa, se muda. Toda medida preventiva es poca para con sus nietos.
  • El dramabuelo protege a sus nietos de los males que acechan en el hogar, pero no protege el hogar de los nietos que le acechan. Y así tras un fin de semana en su casa se encuentra con los electrodomésticos bloqueados, las paredes pintadas de cera naranja, el mando de la tele perdido y su mano de madera de rascarse la espalda escondida en un radiador del pasillo. Y él sonríe, feliz.
  • Cuando uno de sus nietos pestañea, aunque el dramabuelo se encuentre en la otra punta de la casa, entona su famoso “Este/a niño/a tiene XXXXX” (sustituir las X por sed, hambre, frío, calor, dolor, algo, ALGO, ALGO GORDO, ALGO GORDO Y GRAVE YA TARDAMOS EN IR A URGENCIAS).
Pero la involución del hermoso ejemplar de varón caucásico valiente y “eixerit” que era tu padre a Dramabuelo Domesticus profesionallis también ha aportado sus fantásticas ventajas.

Porque sólo un dramabuelo intenso hasta doler, se enorgullece de quedarse sin víveres en la casa tras abastacerse apenas 24 horas antes.
Tú si haces la compra semanal un viernes y el domingo ya han desaparecido 12 yogures de la nevera, te cagas en las pirañas que tienes en casa. Sin embargo, el dramabuelo hace la compra como para sobrevivir a un apocalipsis nuclear y si aún y así, en un fin de semana le dejáis la despensa tiritando de frío, él contento y orgulloso te dice: “El salmón que he ahumado es para ti. Y las 73 croquetas, los macarrones, las lentejas, todo el pescado fresco y estos 32 yogures para mis nietos".


¿Cómo no quererle???? :-)
¡Muchas felicidades papá!
Te queremos (y te necesitamos) hasta el infinito y más allá.