miércoles, 22 de febrero de 2017

Carnaval III

La comunidad de vecinos de vuestra finca está convencida de que esta mañana habéis hecho la matanza del cerdo en vuestra casa por la cantidad de gritos de agonía que ha emitido vuestra estirpe a primera hora. Han gritado, chillado, huido, pataleado y blasfemado en arameo como si les estuvierais torturando. He aquí la mesa de torturas:

Esto es una mesa RECOGIDA de salón normal, de una familia normal con niños pequeños.

Hoy tenías que pintarle una cara de león a Jomío y por si el reto te sabía a poco también tenías que pintarles los pelos de colores a los gemelos.  Y si al primero no le gusta que le toquen la cara, menos a los otros dos que les manoseen el pelo.

En dos años de vida que tienen sólo han pisado la peluquería una vez y armaron tal follón, y lo pasaste tan rematadamente mal que te niegas a pisar otra hasta que tengan pelos en los huevos. Así van por la vida, con greñas rubias lisorrizadas al viento.

Esto es lo máximo que se han dejado hacer corriendo por el pasillo.

Has acabado agotada y la casa hecha un cuadro. Hay restos de siluetas de niños pintadas a spray por las paredes, suelos y sofás, tu casa parece la escena de un crimen.  Intentar atinarles con el spray en la cabeza era imposible. Más fácil darle a un gremlin espídico saltando en una cama elástica. Se estaban quietos mirándote con cara de pánico mientras te acercabas con el spray en la mano pero en cuanto le dabas salían despavoridos en direcciones opuestas y gritando como gorrinos.


En cuanto a Jomío, comiendo le pueden caer churretones de salsa de tomate hasta los sobacos que no le molestan, pero cuando se trata de pintarse la cara le sale la vena digna. Así que anoche negociaste con él y le intentaste hacer entrar en razón de que hoy tocaba sí o sí pintarse la cara. Y vaya si sabe negociar. Accedió a dejarse pintarrajear la cara a cambio de que tú de dejaras anoche pintarrajear la cara también. Resultado:


 Jomío admirando su obra. Según él me había pintado de Darth Vader O_o Según yo, el contouring se le ha ido de las manos.



En un momento de exaltación mientras los gemelos le vitoreaban se vino arriba y la pintura te llegó hasta el ombligo, pecho, brazos, nuca y espalda. Y los gordis lejos de asustarse (a ti casi te da un pasmo al verte) se partían a mandíbula batiente de verte con semejante careto.

Pero tu sacrificio a los dioses de la pintura no fue en vano. Esta mañana Jomío se ha dejado hacer "algo" en la cara, que junto a tu ausencia de habilidades artísticas a ha dado como resultado esto:


Y mañana el colofón final, tiene que llevar las orejas de bayeta, la cola de Son Goku (aka mojón de medio metro o rabo del negro de whatsapp) y la cara pintada. Va a ir hecho un cuadro, uno muy surrealista.

martes, 21 de febrero de 2017

Carnaval II.

La pesadilla continua. 

El domingo tuviste que salir pitando a las diez de la noche a un chino a por alguna cosa, animal o planta para hacerle unas orejas de león a Jomío y ayer tuviste que patearte todo iaioland en busca de una cola de león o en su defecto, algo con qué hacerla. 

Y no exageras  cuando dices que encontraste todos los chinos arrasados por hordas de madres desquiciadas por deberes carnavalísticos.

En un chino te encontraste a una madre sudorosa y jadeante abriendo compulsivamente todos los paquetitos de medias infantiles para ver el color de la media que había dentro porque por el agujerito del cartón no se apreciaba si era azul oscuro, verde oscuro o marrón mierda. No hubo huevos de preguntarle si quedaba alguna marrón porque parecía que se había escapado de Walking Dead. Hiciste el moonwalker hacia la puerta de salida sin quitarle un ojo de encima por si se giraba y se te echaba a la yugular.

En otro chino no encontraste medias infantiles, todas eran de adulto. Y desististe porque más que una cola de león hubiera parecido un jamón serrano atado al culo.

Tras varios intentos fallidos tuviste que ir a una mercería y dejarte una pasta insana para un leotardo de recién nacido que profanaste en cuanto llegaste a casa. Todo fuera por el disfraz de león por fascículos de Jomío.

Ayer a la salida de la escuela no paraban de salir niños con orejas de todo tipo, de conejo, de ratón, de oso, de gato y de león, y entre los de león apareció un niño caminando lentamente  con las manos en los bolsillos y la capucha del anorak puesta a 20 grados en febrero bajo el sol. Parecía un Jedi entre tanta orejita infantil. Era Jomío escondiendo sus orejas de león de bayeta de microfibra naranja. 

A ver cómo se las ingenia hoy para esconder el rabo de león que le has hecho que parece cierta parte del negro de whatsapp…


Encima no encontraste coletero con pelos y le pusiste uno que parece pelopolla.

Esta mañana parecía que llevaba un mojón colgando. 

Si supera este trance con dignidad las novatadas de la universidad le van a parecer mariconadas.



lunes, 20 de febrero de 2017

Carnaval.

Esta semana es carnaval. Que guay.

Desde que eres madre la semana de Carnaval se ha convertido en una pesadilla. Antes la semana de Carnaval era [mamá deja de leer aquí]  una excusa de puta madre para no ir a clase y pillarte una buena cogorza haciendo el anormal con tus amigos a cualquier hora del día [reengánchate aquí mamá]. Ahora significa trabajo. Y no un trabajo normal no, trabajo homemade y diy, que junto a cocinar son tus torturas favoritas. Encima el no hacerlo conllevaría la conversión de tu hijo en el paria de clase, y claro por ahí sí que no, con la autoestima de tu flor de loto no se juega. Así que encima de torturada, presionada. ¡Viva el Carnaval!.

Si se tratara de conseguir gagdets para un disfraz ya te daría por culo ya, pero a golpe de chino lo solucionarías. Pero no, resulta que el rei Carnestoltes (Rey de Carnaval) os da instrucciones de cómo tienen que ir los niños cada día, ojo no un día sólo, todos los días de la semana.

Así que llevas 15 días con las instrucciones del Rei Carnestoltes enganchadas en la nevera para que no se te olviden. Y tienes las de los gemelos clavadas a fuego lento en el cerebelo. Pero te has despistado con las de Jomío. Todo a la vez no se puede.

Este año en la clase de Jomío se disfrazan de león por fascículos.
El lunes tienen que llevar orejas de león.
El martes una cola de león.
El miércoles la cara pintada de león.
Y el jueves todo junto y se pondrán un cuerpo de león que han hecho en clase.
Lo dicho, león a cachos. Y te has despistado.


 Así que anoche, domingo 19 de febrero a las 21:41 minutos de la noche te diste cuenta de que el lunes 20 de febrero iba a ser hoy y tenía que llevar las orejas de marras.
Corriste al chino. Buscaste orejas. Y mira que tienen mierdas de todos los colores y países pero no tienen orejas de león, las tienen de rata, de vaca, de leopardo, de ornitorrinco asiático y de tigre bengala, pero de león nada.

Y en un alarde de improvisación, iluminación y creatividad suicida compraste una bayeta naranja de microfribra especial cristales y unas orejas de tigre. Y en cuanto llegaste a casa te pusiste manos a la obra. A forrar las orejas de naranja y a quedarte sin huellas digitales. Lo que cuesta clavar una puta aguja en una bayeta de microfibra… Pero a base de la mejor cabezonería manchega y tesón catalán lo conseguiste, y esta mañana tu hijo ha llevado sus orejas de león. De un león un poco raro, pero león al fin y al cabo.
Lo marrón lo pintaste con rotulador.
Si tus hijos crecen sin traumas personales van a ser dignos de estudio.

Cuando se las enseñaste anoche te preguntó si podía ponérselas justo al entrar en clase, que por la calle no hacía falta llevarlas. Se nota que tu hijo se enorgullece de las habilidades manuales de su madre tanto como de las culinarias…ejem…

Y mañana martes la cola, a ver de dónde sacas una cola de león, te quedan 12 horas para hacerte con una. Se aceptan sugerencias, consejos e incluso donaciones.

He aquí el jersey "divertido" que han llevado los gemelos, bueno uno de ellos que el otro está enfermo, no vaya a ser que nos libremos de ir al médico esta semana. Este jersey ha sido obra de la abuela porque de ser por ti le hubieras enganchado macarrones.


¡Feliz tortura digo... Carnaval, feliz Carnaval a todo el mundo!